El fin de semana iniciaron las protestas en Marruecos. La ola de inconformidad que priva en el mundo árabe parece extenderse de forma incontenible. Cientos de personas tomaron las calles en las ciudades de Tánger y Fez el pasado Domingo. Los marroquíes marcharon en solidaridad con los pueblos de Túnez y Egipto, pero también para expresar su inconformidad ante la opresión económica en la que viven. Ambas manifestaciones fueron reprimidas de inmediato por la policía. Al grito de “¡Mubarak, Mubarak, Arabia Saudí te espera!”, marcharon en su mayoría jóvenes universitarios. Se espera que esta tarde ocurra una tercera manifestación afuera de la embajada egipcia en Rabat.
Un grupo hasta ahora desconocido, de nombre Movimiento Libertad para la Democracia ha convocado a través de Facebook diversas manifestaciones en Marruecos para el día 20 de febrero. La división entre las clases sociales es abismal y la pobreza una constante.
Dos personas resultaron heridas tras quemarse a lo bonzo frente al Ministerio de Educación en Rabat, en protesta por sus condiciones laborales, informó ayer una fuente de la organización de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). De momento, el reino alaui está viviendo protestas aisladas, como la manifestación registrada el pasado lunes frente a la embajada de Egipto en contra del Gobierno de Mubarak. El incidente registrado ayer se produjo en una protesta organizada por la Coordinación Nacional de los Profesores Voluntarios No Integrados. Hafid Libi, dirigente de la Coordinación, explicó que «unos 40 manifestantes rociaron con gasolina sus cuerpos, y en el momento en el que dos personas comenzaron a arder, las fuerzas del orden pararon al resto», frustrando así el intento de quemarse en grupo. Este grupo protestaba porque llevan más de tres años sin trabajo y el Gobierno no ha cumplido su promesa de contratarlos.
Respecto al supuesto contagio en Marruecos de la revueltas en Túnez y Egipto, el secretario general del partido marroquí Vía Democrática, Abdalá El Harif, declaró «que es muy difícil prever, pero las condiciones económicas y sociales entre Marruecos, Túnez y Argelia son similares». El Harif añadió que «en Marruecos existe el control del régimen del Majzen -denominación histórica del régimen político marroquí- que estafa y oprime al pueblo de manera terrible». Además, afirmó que «es el momento de la lucha y mi partido apoyará a cualquier movimiento que luche por la democracia y el derecho de los pueblos a la autodeterminación política, social y económica».
“El balance de la dinastía alauita que usted representa es muy negativo”, señala el antiguo oficial del Ejército del Aire, que fue detenido y encarcelado por denunciar la corrupción en las Fuerzas Armadas Reales. Adib recuerda al soberano que todos los monarcas alauitas han considerado a los marroquíes como “un pueblo inferior, de segunda fila”, y al país “como su propiedad”.
Miles de jóvenes marroquíes se han organizado a través de la red social Facebook, para llevar a cabo el próximo día 20 de febrero «un levantamiento» nacional en el que dicen que se pedirá una Constitución democrática. Hace diez días, cuatro personas se conocieron por internet y decidieron abrir un grupo en Facebook denominado «Democracia y Libertad Ahora», hoy ya son cinco las páginas que en Marruecos luchan por los mismos motivos, y que han conseguido reunir a más de 12.000 personas que unen sus fuerzas a través de la Red. «Somos jóvenes marroquíes que hemos perdido la confianza en los políticos, que solo sirven a sus intereses personales y olvidan al pueblo y sus preocupaciones», explicó en una entrevista con Efe, Osama El Jlifi, de 23 años, y uno de los administradores del citado grupo.
El joven, único de los miembros que por el momento ha aparecido en público subraya que «lo que queremos es romper la barrera del miedo que tienen los jóvenes marroquíes hacia el régimen». A su juicio, los marroquíes «no son súbditos, sino ciudadanos que quieren gozar de esta cualidad y decidir sobre su destino con sus propias manos».
“Como ciudadano de este país, escribe Mustafa Adib, he decidido lanzar este doble llamamiento a usted y al Ejército marroquí, esperando que tome las decisiones adecuadas, lejos de los consejos de los que se aprovechan de esta situación y lejos también de los partidarios de los métodos de seguridad arcaicos”.
El ex oficial pide a Mohamed VI que inicie consultas sin más tardar para redactar una nueva Constitución que tenga en cuenta las aspiraciones legítimas del pueblo, con la necesaria separación de poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, actualmente concentrados en la persona del Rey. Igualmente pide una “reforma radical del sistema judicial”, así como “la detención inmediata de todas las personas implicadas en asuntos de corrupción y de violación de los Derechos Humanos”, a las que hay que “congelar sus cuentas e incautar sus bienes tanto en Marruecos como en el extranjero”, antes de presentarlos a la Justicia. Esta medida debe aplicarse a todos, “incluidos los que tengan proximidad o colaboración con la familia real”.
El ex capitán de la aviación se dirige a sus “queridos camaradas de armas” – en un tono de cariño y proximidad, mientras que al rey le trata simplemente de “usted” – para pedirles que en caso de que les den la orden de desplegarse en el país para contener a las previsibles manifestaciones que se van a producir, lo hagan, pero que se nieguen a disparar contra la gente, aunque se lo ordene el rey y sus generales. “Os imploro de proteger las mujeres que manifiesten, que son nuestras madres, hermanas, hijas y esposas; os imploro de no disparar sobre nuestros jóvenes, que son nuestros hermanos, hijos o esposos de algunas”. Adib hace un ferviente llamamiento: “los jóvenes son nuestro porvenir, y si se sublevan es porque este régimen dirigido por Mohamed VI no ha hecho nada por ellos”.
En la diatriba del ex oficial de las FAR, la mayoría de los generales “han huido de los campos de batalla y se sientan en lujosas oficinas, donde roban, siembran el terror y la decepción entre los ciudadanos”. Estos generales “no merecen respeto ni obediencia”. Los llamamientos de Mustafa Adib se producen cuando ya han llegado los primeros síntomas del contagio tunecino y egipcio a Marruecos. De un extremo a otro del mundo Árabe, la sociedad pide el fin de la humillación, más justicia y libertad.
El Gobierno español defiende que Marruecos no se parece ni a Túnez ni a Egipto y no será el siguiente en la lista de Estados agitados por las protestas gracias a las «reformas sociales» de Rabat. Trinidad Jiménez, ministra de Exteriores, aseguró hoy que en Marruecos «el proceso de reformas sociales hace que no haya ningún tipo de riesgo» de que el vecino sea el próximo. Si lo dice la Trinidad, mejor que el mojamé, reserve billete para Arabia Saudita, pero yá.