ORDENES DE UN SUPERIOR

UN PADRE, UN ABUELO

LLEVO UNOS DÍAS DÁNDOLE VUELTAS A MUCHOS TEMAS QUE ME CONMUEVEN EL CORAZÓN Y ME REVUELVEN LAS TRIPAS

Ésta es la bandera que juré y ese escudo está en la Constitución Española

¿Qué es un yerno o una nuera en mi familia?, sencillamente un piojo pegado. Y, ¿qué es un hijo, hija, nieto y nieta?, muy fácil de aclarar, ¡¡MI SANGRE!!

Un verdadero padre, si ve envuelto a su hijo/a en cualquier lío  ya sea culpable o no lo sea, lo defenderá a muerte, sencillamente es así, ¡¡A MUERTE!!

Si un verdadero padre ha abandonado su deber, es sencillamente un cobarde que no merece el respeto de nadie y mucho menos cuando él y sólo él, ha permitido dicha situación.

Podrán ustedes llevarme la contraria, pero yo lo veo de esa manera y no hay en la tierra quien cambie mis convicciones. Es así, lo siento, pero es así.

Como militar que soy desde el momento que juré obedecer las órdenes de mis jefes y defender hasta la última gota de mi sangre, la verdadera bandera de ESPAÑA, me debo a ella y sigo manteniendo mi juramento. Pueden pensar lo que quieran, pero en casa tengo la bandera que envolverá mi féretro el día en que pase a mejor vida.

Hace años recibí una orden de mi inmediato superior y por escrito, en la que se se me designaba un nuevo superior inmediato, al que por tal imperativo debía obedecer igual que lo había efectuado con él. Acepté la orden, no soy quien para discutirla aunque no me agradara, pues ya veía venir la debacle, pero yo, con mi juramento a la VERDADERA bandera de ESPAÑA, acato y cumplo, ya sea para bien o para mal, pues las órdenes de los mandos superiores, no se discuten, ¡¡SE CUMPLEN!!. Les dejo el texto de la última orden que me dieron:

Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo. Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación, en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre. Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido. No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.

Y justamente, ése nuevo mando ha incumplido su juramento, lo sé, lo he comprobado, pero lo acato debido a MI JURAMENTO A LA VERDADERA BANDERA DE ESPAÑA.  Me duele, pus claro que si, igual que a muchos militares que han derramado su sangre por esa BANDERA y para defender España de traidores a la misma.

Estamos viendo como se ataca desde hace años a la monarquía española y la monarquía española admite ésos ataques sin decir nada y no seré yo quien deje de defenderla, pues sigo manteniendo MI JURAMENTO A LA BANDERA.

Tanto es así, que si esa persona que ha incumplido su juramento, se retractara de sus acciones posteriores, yo sería el primero en cumplir sus órdenes, cosa que muchos militares aceptarían de muy buen grado. Ahora es el momento justo de retractarse y reconocer sus errores, todos somos humanos y quienes estan atacando diariamente solo se merecen eso, que se les devuelva de una puñetera vez todos los agravios que lanzan diariamente.

Mi abuelo era republicano, pero de los de verdad y me hizo éste comentario:

«NO ME GUSTA FRANCO, PERO LO QUE SÍ LE RECONOZCO ES QUE AL ESPAÑOL HAY QUE LLEVARLO CORTO DE RIENDAS, COMO A UNA JACA ANDALUZA, PUES EN CUANTO LE SUELTES LAS RIENDAS, NO HAY DIOS QUE LE PARE».

Tenía razón, muchísima razón, estamos justamente soportando esa dejadez en las riendas. Ha llegado el momento de ajustarlas y no se puede dejar pasar ni un minuto más, ya se ha comprobado hasta dónde se puede llegar con tantas y tantas estupideces.

Fue usted capaz de rebajarse y pedir perdón al pueblo español por aquello de los elefantes, justamente le pidió perdón a quienes se lo exigían para rebajarlo públicamente  y en la actualidad le atacan a usted y a su familia. Los militares y los verdaderos españoles, no le exigieron ése perdón público, callamos estoicamente y pasamos página.

¡¡SEÑOR!!, como padre y como abuelo, me dirijo a usted, le ruego que defienda lo que no ha defendido hasta el momento y como militar le solicito, no exijo, que vuelva al status quo anterior, los verdaderos españoles se lo agradecerán de por vida.

En la actualidad han vuelto a crearse «casi» dos ESPAÑAS, lo que nos lleva directamente a recordarle ése latinajo que en estos momentos es de mucha razón:

¡¡CASUS BELLI!!

Y que sea lo que Dios quiera.